Una ola de rechazo a la guerra, que rechaza el militarismo en Rusia, se vió crecer con la primera «movilización parcial» que, con motivo de la «operación militar especial», decretó el gobierno de Putin. «Crece movimiento de objeción que rechaza el militarismo en Rusia» es, por tanto, la conclusión, a modo de título, que nos ha parecido apropiada adaptar para nuestra traducción de una entrevista al Movimiento de Objeción de Conciencia al servicio militar en Rusia (MOC) publicada por The Perspective.

Imagen en la página de entrada al sitio web stoparmy.org del M.O.C. en Rusia

“Me gusta darle a la gente la oportunidad de ser libre”: el movimiento que ayuda a las personas a escapar del servicio militar en Rusia

Desde 2014, el Movimiento de Objeción de Conciencia al servicio militar en Rusia (MOC) ha estado ayudando a las personas a evitar el servicio militar. 

Afirman que lo hacen utilizando medios legales, proporcionando información, consultando a quienes lo necesitan, escribiendo artículos y promoviendo la idea de la objeción de conciencia al servicio militar. Decidimos entrevistar a la fundadora y al coordinador de este movimiento, Jelena Popova y Jevgeni Novikov. Queríamos hacerles preguntas sobre su trabajo y sobre lo que ha cambiado desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania y el decreto de movilización parcial de Putin anunciado en septiembre.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en la siguiente entrevista pertenece exclusivamente a las personas entrevistadas y no representan los puntos de vista y opiniones del autor, de la redacción de The Perspective ni de UPF Lund.

Por favor, díganos con sus propias palabras qué hace su movimiento.

Jevgeni: El MOC brinda asesoramiento metodológico y jurídico en el campo de la ley de reclutamiento, yo diría que es eso. En términos más sencillos, nuestra organización ayuda a evitar el servicio militar obligatorio… por medios legales, por supuesto (sonríe).

Jelena: No solo estamos ayudando a evitarlo con nuestras asesoramiento, nuestros artículos, nuestras llamadas. Estamos tratando de promover la idea de la objeción de conciencia. La promovemos porque antes de que la gente realmente se comunique con nosotras y nosotros, debe darse cuenta de que tiene unos derechos, de que estos derechos están siendo violados, de que quiere hacer valer ese derecho, tiene que tener la percepción en la cabeza de que tienen ese derecho.

Porque, en mi opinión, una de las cosas esenciales que obstaculizan la conciencia antimilitarista son los estereotipos que vienen de la época soviética y que se explotan con éxito en la sociedad actual. Que hay que defender, que hay que luchar y que eso es deber de toda la gente. Todavía se juega con algunos prejuicios y estereotipos de género. Me refiero a todo este complejo, un complejo enorme y muy profundo de estereotipos. Sólo ahora, durante la guerra, me he dado cuenta de lo profundo que es. Y lo mucho que me perturba.

Me gusta ayudar a la gente a salir de la esclavitud. Me gusta ayudar a la gente a hacerse más fuerte y más libre y me siento feliz cuando se dan estos casos.

A los ojos del gobierno ruso, ¿se considera legal lo que está haciendo?

Jelena: Sinceramente, no sé qué piensan de nosotras y nosotros, me refiero al gobierno y a las autoridades. Pero aún no estamos en prisión.

No estamos aisladas de otras personas defensoras de derechos humanos ni de organizaciones de derechos humanos. Al prtincipio, nos separamos de la organización Madres de Soldados de San Petersburgo, donde permanecimos como voluntariado durante mucho tiempo, y luego nos independizamos. Ahora seguimos en contacto. Vengo a menudo a la organización [ Madres de Soldados de San Petersburgo] y ayudo a impartir clases a la la gente. Y estamos constantemente en contacto con otras personas defensoras de los derechos humanos.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? ¿Por qué le apasiona este movimiento?

Jelena: Me gusta ayudar a la gente a salir de la esclavitud. Me gusta ayudar a la gente a ser más fuerte y más libre y me siento feliz cuando se dan estos casos. Y me siento algo emocionada por lo que estamos avanzando, cuando la situación es quizá dura, quizá peligrosa, pero todavía seguimos planeando nuestra actividad y, al final, ellos [ quienes quieren evitar el servicio militar obligatorio] ganan, me gusta.

Jevgeni: Lo hago porque me gusta dar a la gente la oportunidad de ser libre. Así que, tal y como yo lo veo, mi trabajo y el trabajo de mi organización consisten en dar a la gente herramientas e instrucciones sobre cómo ser libres. Y utilizan estas herramientas e instrucciones contra (una de las principales fuentes en el caso de Rusia que quita esta libertad) el Estado, el ejército y todo lo demás. Y es una sensación muy satisfactoria cuando la gente intenta resistirse y no sigue obedientemente lo que se le dice. Pero viendo la movilización, fue difícil, porque hubo quien se limitó a obedecer.

Mucha gente que conozco está en la cárcel, pero yo todavía no.

En su sitio web stoparmy.org , afirma que está “ayudando a los jóvenes a eximirse legalmente del servicio militar obligatorio”. ¿Qué formas hay de hacerlo legalmente?

Jelena: La primera es la protección contra el reclutamiento forzoso, porque se utiliza muy a menudo. El ejército no es una prisión y una persona no puede ser llevada y colocada allí por la fuerza, así que enseñamos a resistirse. El segundo es el derecho a la salud. Según la ley, hay una lista de enfermedades que impiden a los ciudadanos servir en el ejército. Si no protegemos este derecho, la oficina de alistamiento militar también lo viola gravemente. Y el tercero, el que más me gusta, es el derecho a la objeción de conciencia: «Creo que sí, estoy en contra, no voy a servir en el ejército». Lo llamamos «derecho al servicio civil alternativo».

La promesa pública de Vladimir Putin de no utilizar reservistas en la “operación militar especial” no se mantuvo. (Crédito: Anatolii Trofimov / Shutterstock.com)
¿Cómo ha cambiado su trabajo desde febrero de 2022 cuando el gobierno ruso decidió invadir Ucrania? 

Jelena: Desde el 24 de febrero han cambiado muchas cosas. En primer lugar, hubo una afluencia de llamamientos de personas que antes no se habían puesto en contacto con nosotros. Se trataba de familiares de soldados contratados, que de repente se dieron cuenta de que tampoco querían formar parte de esto. En segundo lugar, ha aumentado el flujo de peticiones de los reclutas, porque la gente se ha dado cuenta de que ir al ejército no es sólo ser recluta durante un año, hacer ejercicios físicos y entrenamiento, etc., sino que realmente pueden ser enviados a la guerra. Y había gente que en tiempos de paz habría dicho: «Vale, iré y serviré. Pero ahora no». Ahora, esto ha cambiado muy dramáticamente después de febrero. Esa es una parte. 

¿Y cómo ha cambiado desde el 21 de septiembre de 2022, desde el decreto sobre las movilizaciones de reservistas?

Jevgeni: Después de que se anunciara la movilización, nos despertamos como estrellas de rock, por así decirlo. Jelena se ríe, pero los asesores que trabajaron en este tema no se rieron, porque en los primeros días tuvimos un aumento increíblemente espectacular del número de consultas. Nos llevó mucho tiempo averiguar cómo procesar estas consultas. Por suerte, a estas alturas, desde principios de febrero, nuestro equipo se ha duplicado.

Podemos decir que hemos superado este reto. Por ejemplo, tenemos diferentes redes sociales, un canal en Telegram. En un mes pasó de mil a cinco o seis mil suscriptores, lo que es un ejemplo de cómo crecimos rápidamente en términos de reconocimiento y en términos de trabajo.

¿Algún miembro activo del servicio la ha contactado desde febrero de 2022? ¿Se han puesto en contacto con usted con respecto a qué hacer si no quieren estar allí?

Jelena: Sí, por supuesto, se pusieron en contacto con nosotras y nosotros militares contratados que tampoco querían participar en la guerra. Y también estuvimos en contacto con Madres de Soldados de San Petersburgo y con más activistas de derechos humanos, apoyándoles [a militares contratados]. Hasta hace poco, su línea de defensa era regresar a su unidad militar en Rusia y rescindir el contrato, abandonando el ejército. Y desde el comienzo de la movilización, se suspendió en cierto modo y se hizo casi imposible [ rescindir el contrato con el ejército], pero a pesar de ello, todavía hay una vía que ofrecemos a la gente para proteger sus derechos.

Tengo una pregunta más controvertida. En los medios de comunicación occidentales, a menudo se tiene la idea de que la mayoría de la ciudadanía rusos estaba de acuerdo con esta guerra en Ucrania hasta septiembre. Ahora que a ella misma se la ha movilizado, es un problema y mucha gente está huyendo. ¿Qué opina de esta idea de que antes de septiembre de 2022 a nadie le importaba, pero ahora que esta gente se ve afectada personalmente, las cosas han cambiado?

Jevgeni: Tengo la impresión de que los medios de comunicación occidentales no son capaces de entender del todo a la población rusa, por así decirlo. No podemos decir que «a los rusos les parece bien empezar una guerra». En realidad, no podemos decir eso, pero desde luego lo que no les parece nada bien es que todo lo que está ocurriendo ha empezado a afectarles directamente a ellos y a sus familias. Digamos que, desde febrero, para la mayoría de la gente [ la guerra] era una imagen en la televisión. Desde el comienzo de la movilización, el miedo a encontrarte con un policía al lado de la tienda que te coja y te mande a esos lugares que viste en la tele, se hizo realidad. El grado se puede medir por el número de personas que intentan resistirse a que les lleven allí [a la guerra]. 

Desde la movilización de los reservistas, hay más actividad en las oficinas de reclutamiento (Crédito: Dmitriy Kandinskiy / Shutterstock.com
Teniendo en cuenta todo lo que está sucediendo en Rusia con esta movilización, ¿cómo cree que será el futuro en Rusia? ¿Cree que habrá algún cambio en las estructuras de poder del gobierno? ¿Qué pasará con Vladimir Putin después de que termine este conflicto?

Jevgeni: No somos politólogos o politólogas para hacer tales predicciones, yo reformularía ligeramente la pregunta y respondería de alguna manera a lo que esperamos como movimiento. Esperamos la segunda parte de la movilización, esperamos cambios en las leyes que hagan más difícil ayudar a la gente a evitar el reclutamiento. Esperamos que aumente la presión. Cualquier cambio en la gobernanza del país es muy difícil de predecir, porque depende de muchos factores, incluido lo que está sucediendo en el campo de batalla en este momento. Por ejemplo, en estos momentos se está estudiando la posibilidad de aumentar el servicio militar obligatorio en dos años.

Las personas que ya están movilizadas y han sido enviadas a Ucrania pero no quieren participar en este conflicto militar, ¿qué tipo de ayuda o consejo pueden darles?

Jelena: Aconsejamos a los familiares de las personas movilizadas, si sus parientes ya han acudido la zona de acción -volverán en algún momento-, que cuando estén allí [en casa] las saquen del ejército. Y presentar un informe de que su conciencia está en contradición con el servicio militar. No tiene sentido presentar un informe allí [en la zona de combate]. Se les encierra físicamente en sótanos y se les somete a presión, y ya hay casos de ese tipo de trato. Además, deberían ver a un psiquiatra porque todos han pasado por un estrés enorme y es de suponer que todos tienen problemas psiquiátricos y pueden salir del ejército mediante tratamiento médico y sus propias convicciones.

Se ha hablado de que el Grupo Wagner va a las cárceles y les dice a los presos que pueden librarse de su sentencia si se unen al ejército y luchan en Ucrania. ¿Se han puesto en contacto o han estado en comunicación con algún preso en relación con lo que está ocurriendo en las cárceles?

Jelena: Sólo he hablado una vez con una pariente de uno de estos antiguos presos que se metió en el grupo de guerra de Wagner. Me dijo que su hermano se fue en verano, no recuerdo cuándo, y no sabe dónde está, no puede encontrarlo. El Ministerio de Defensa dice «No lo sabemos, no es nuestro soldado» y la prisión dice «No sabemos dónde está». El problema es que nadie responde y ella no puede encontrarlo. Y yo creo que ya no está vivo. Es realmente un gran problema que los presos sean una parte menos protegida de la sociedad. Ya sabes que las condiciones en las cárceles rusas son tales que algunos de ellos quizá piensen que es mejor «intentar liberarse» o algo así.

¿También está en comunicación con personas que han sido movilizadas y enviadas a Ucrania? ¿Pueden contactarlas de alguna manera? Porque en los medios occidentales se ha dicho que muy a menudo se han quitado los teléfonos móviles de los soldados. 

Jevgeni: Por lo general, es cierto que les quitan los teléfonos y los documentos. Tuvimos un caso en el que un grupo de 20 personas se quedó con un solo teléfono y les volvieron a amenazar con otra cosa. Una persona a la que le quedó un teléfono pudo ponerse en contacto con sus familiares y permitió que otras se pusieran en contacto con sus familiares y estos familiares ya han empezado a ponerse en contacto con el MOC. En general, nos resulta muy difícil interactuar directamente, por lo que nos comunicamos más con familiares, que en realidad son quienes harán la mayor parte del trabajo para liberar del ejército [a soldados que no quieren estar allí]. No somos superhéroes ni superheroínas que van al frente por cada persona y es más el trabajo de familiares y amistades.

La historia es rica en ejemplos de presión sobre varias organizaciones en Rusia.

¿Han sufrido amenazas o acciones en su contra como movimiento o contra personas individualmente recientemente?

Jelena:  Después del 5 de marzo tuve mucho miedo. Para ser sincera, siempre esperaba una redada en mi piso cada mañana y ahora de repente siento que soy una heroína, que somos héroes porque podemos hacer mucho. También porque han venido más voluntarios que han estado con nosotras y nosotros y han dicho que pueden apoyar a la gente. En cierto modo se ha hecho más fácil . De momento, no veo ninguna amenaza para nosotras y nosotros ni para nuestra comunidad por parte de las autoridades. Pero me parece que cuanto más abiertamente actuemos, cuanto más alto lo hagamos, menos peligroso será. 

Jevgeni: Sí, se ha vuelto más difícil trabajar. Jelena cree que cuanto más ruidosos seamos, cuanto más abiertos, mejor; yo no estaría de acuerdo con ella. Creo que cuanto más grandes y ruidosos nos volvemos, más atención llamamos y, como dijo Jelena, nos estamos preparando para algo. La historia es rica en ejemplos de presión sobre diversas organizaciones en Rusia. Tenemos muchos ejemplos de lo que nos pueden hacer y en base a ello tenemos diferentes protocolos e instrucciones sobre qué hacer en caso de que uno de nosotros sea objeto de tal presión.

¡Muchas gracias! ¿Tiene alguna observación, comentario o algo que se me haya olvidado mencionar y que quizás le gustaría comentar?

Jevgeni: Nuestro movimiento puede apoyarse de diferentes maneras. La más simple es donar cualquier cosa. Igualmente importante es el apoyo informativo, por ejemplo ahora cuando estamos realizando la entrevista.

Nuestro movimiento puede apoyarse de diferentes maneras…/…importante es el apoyo informativo, por ejemplo ahora cuando estamos realizando la entrevista.

 Joosep Raudsepp, Anna Fomina, 23 de noviembre 2022.


Imagen destacada de esta entrada: Manifestantes con una pancarta en la que se lee «¡Por una Rusia sin militarismo ni ambiciones imperiales!». 1 de mayo de 2017, cuando manifestarse por las calles de San Petersburgo aún era relativamente seguro. (Fuente: MOC)


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