Hoy, en el Día internacional de los Derechos Humanos, muy cerca del 5º aniversario de las movilizaciones contra la guerra de Siria que dieron origen a este sitio web, al igual que hicimos con el caso de la saturación toxica y la devastación de la salud en Iraq, cuya responsabilidad estadounidense es irrefutable, volvemos sobre el tema de la toxicidad de las guerras modernas y su temible influencia en la salud humana. El artículo que hoy publicamos, traducido, del Syria Justice and Accountability Centre (SJAC) informa y reflexiona sobre el legado tóxico del armamento quiímico en los nacimientos en Siria tras la guerra, y repite un esquema similar en los antecedentes y las conclusiones que describen los daños indelebles que se pueden haber producido ahora de nuevo, pero esta vez con una responsabilidad abrumadoramente demostrada y mayoritaria del gobierno sirio.

Fuente: A Toxic Legacy – Chemical Weapons and Birth Defects in Syria

Un legado tóxico: armas químicas y defectos de nacimiento en Siria

Desde 2012, los ataques con armas químicas del gobierno de Asad han matado y herido a miles de sirios y sirias. Estos ataques no solo son mortales sino que también aterrorizan psicológicamente a las víctimas. Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que estas armas pueden tener un impacto adicional a largo plazo que ha sido poco examinado y raramente documentado.

A principios de 2021, un médico del sur de Turquía se puso en contacto con SJAC para compartir su preocupación por la gran cantidad de niños nacidos con defectos de nacimiento que su centro médico ha tratado desde 2015. El médico sospechaba que un aumento reciente de ciertas afecciones podría estar relacionado con la exposición a armas químicas. Se necesita con urgencia más investigación para analizar este fenómeno, y las familias que apoyan a niños con defectos congénitos necesitan apoyo para acceder a la atención sanitaria especializada y a los recursos educativos.

Se necesita con urgencia más investigación para analizar este fenómeno, y las familias que apoyan a niños con defectos congénitos necesitan apoyo para acceder a la atención sanitaria especializada y a los recursos educativos.

En un intento por arrojar luz sobre la situación, SJAC entrevistó a siete padres y madres cuyos hijos nacieron con anomalías del desarrollo y musculoesqueléticas después de una supuesta exposición a un ataque químico. Las personas entrevistadas procedían de varios lugares dentro de Siria, incluidos Alepo, Khan Shaykhun, Raqqa y Douma. Los hijos de las personas entrevistadas presentaban diversas anomalías, incluida la tetralogía de Fallot (un defecto cardíaco), parálisis cerebral (un trastorno que afecta el movimiento, el tono muscular y la postura) y paraplejía (parálisis de las partes inferiores del cuerpo).

Los defectos congénitos documentados por SJAC requieren un diagnóstico preciso, fisioterapia, cirugía y / o ayudas para la movilidad, todos los cuales son casi imposibles de acceder para muchos sirios y sirias. Una madre entrevistada por SJAC experimentó un ataque químico en Raqqa y sospecha que su hijo, ahora inmunodeprimido, sufrió exposición prenatal. Desafortunadamente, ella no tiene dinero para viajar en busca de un examen médico y mucho menos para pagar un tratamiento vital. Otra madre esperaba viajar a Turquía para recibir tratamiento para su hijo con tetralogía de Fallot, una rara enfermedad del corazón. Explicaba a SJAC: “Ahora mismo estamos esperando el permiso para entrar en Turquía. El médico me ha dicho que mi hijo se encuentra en un estado muy crítico y que tiene que ser operado, preferiblemente antes de que cumpla un año, o su vida podría estar en peligro ”.

Sin embargo, esta no es la primera vez que sobrevivientes alegan un vínculo entre las armas químicas y los defectos de nacimiento.

Desgraciaadamente, realizar investigaciones en situaciones de conflicto donde se utilizan armas químicas es difícil, lo que compromete la capacidad de confirmar un vínculo entre estos defectos congénitos y el uso de armas químicas en Siria. Sin embargo, esta no es la primera vez que sobrevivientes alegan un vínculo entre las armas químicas y los defectos de nacimiento.

La masacre de 1988 en Halabja fue una de las pocas circunstancias en las que se utilizó sarín y gas mostaza en un entorno civil. A continuación se produjo un aumento de los defectos de nacimiento . Otro estudio de la guerra entre Irán e Irak estudió dos grupos de control y sus hijos. El estudio indicó que el grupo que había sido herido previamente por armas químicas tenía más probabilidades de tener hijos nacidos con defectos congénitos. Sin embargo, la investigación de seguimiento para evaluar una relación causal fue imposible en el Irak de la era Saddam, y un estudio de 2012 indicó que «no hay publicaciones disponibles sobre defectos de nacimiento entre la población expuesta en la región del Kurdistán». 

El estudio indicó que el grupo que había sido herido previamente por armas químicas tenía más probabilidades de tener hijos nacidos con defectos congénitos. 

Estudios posteriores sobre la primera Guerra del Golfo encontraron un aumento en los defectos de nacimiento, pero no pudieron determinar si las municiones de uranio empobrecido, armas químicas u otros factores estaban en juego. Un estudio sobre los ataques de sarín en Tokio, no informó defectos congénitos, aunque la calidad del sarín utilizado en el ataque no se clasificó como grado armamentístico. El uso del agente naranja en Vietnam y Corea provocó defectos de nacimiento devastadores, sin embargo, este producto químico está clasificado como una dioxina (un compuesto químico que se encuentra en los herbicidas) y no está relacionado con los tipos de productos químicos utilizados en Siria.

ONU: Fernando Arias, Director-General of the OPCW.
Una vista amplia de la reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación en Oriente Medio (Siria). En la pantalla está Fernando Arias, Director General de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Foto ONU / Loey F

En el caso de Siria, existe una necesidad específica de comprender los efectos de la exposición al cloro y al gas sarín , cuyo uso se ha confirmado de forma independiente en varios lugares. En 2015, dos médicos sirios publicaron un artículo en The Lancet en el que se documentaba un aumento de la tasa de abortos espontáneos, nacimientos de niños muertos y defectos de nacimiento entre las mujeres de Ghouta Oriental, aunque se necesitaría más investigación para establecer la causalidad. Hay pruebas de que la exposición al gas cloro en un entorno doméstico o industrial puede provocar una hipoxia grave para la madre y el feto, lo que puede provocar complicaciones en el desarrollo del corazón y las extremidades . 

En el caso de Siria, existe una necesidad específica de comprender los efectos de la exposición al cloro y al gas sarín , cuyo uso se ha confirmado de forma independiente en varios lugares.

Sin embargo, por la estadística de los CDC se concluye que «no sabemos si la exposición al cloro gaseoso durante el embarazo puede resultar en daños a los fetos porque no hay estudios sobre mujeres embarazadas o animales preñados expuestos al cloro gaseoso». El gas sarín tiene aún menos vínculos documentados con defectos de nacimiento debido a la rareza de su uso. El sarín es una neurotoxina organofosforada , que se usa comúnmente como plaguicida, pero puede causar efectos secundarios neurológicos en los seres humanos. Las mujeres de Sudáfrica expuestas regularmente a los organofosforados tenían 6,5 veces más probabilidades de tener hijos con defectos de nacimiento, incluidos los del sistema nervioso, cardiovasculares y musculoesqueléticos. Otro estudio relacionó los organofosforados con la tetralogía de Fallot. Sin embargo, se necesita más investigación para establecer si el sarín tiene efectos congénitos similares.

Es posible que nunca se conozca el legado completo de los ataques químicos de Siria, pero cientos, si no miles, de personas sirias pueden estar viviendo con discapacidades de por vida causadas por la exposición a las armas químicas. La razón por la que las armas químicas están prohibidas por el derecho internacional es precisamente por su impacto indiscriminado e intrínsecamente cruel sobre los civiles inocentes, incluidos los niños. La documentación de SJAC sobre las posibles malformaciones congénitas causadas por el uso de estas armas en Siria sólo sirve para subrayar la insensibilidad del gobierno sirio y la necesidad de que la comunidad internacional impida el uso futuro de estas armas y apoye a las víctimas de estos ataques.

…cientos, si no miles, de personas sirias pueden estar viviendo con discapacidades de por vida causadas por la exposición a las armas químicas.

Los países que cuentan con los recursos necesarios para apoyar y tratar a los niños con discapacidades deberían considerar la posibilidad de conceder visados médicos a las familias cuyos hijos necesitan atención especializada. Una mejor comprensión de este tema podría ayudar a informar sobre los tratamientos y sentar las bases para la reparación de los niños nacidos con defectos tras la exposición química, posiblemente para incluir servicios de asistencia sanitaria y educación especial subvencionados. Las organizaciones que documentan la guerra química, incluida la OPAQ , deberían considerar estudiar el impacto a largo plazo que tienen las armas químicas en la próxima generación de sirios y la ONU y las organizaciones médicas internacionales deberían trabajar para asegurar el acceso de los investigadores médicos a las áreas afectadas del país.

Imagen de Sama tomada por su propia madre, la realizadora siria del documental "For Sama"
Sobre estas líneas, imagen de Sama entre las ruinas de Alepo, tomada por su madre, Waad Al-Khateab, realizadora de «For Sama», documental nominado al Oscar.

Imagen destacada: Humo tras los bombardeos del gobierno sirio sobre Kafr Batna, en la región de Guta Oriental, en las afueras de la capital, Damasco, el 22 de febrero de 2018 Amer Almohibany AFP/Archivos

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