[«No blandamos las armas en Ucrania, pactemos una paz duradera» es el título original de este artículo de Yuriy Shelyazhenko]. No es necesaria la escalada de una gran guerra en Ucrania. Tanto Occidente como Oriente tienen la misma responsabilidad para evitarls. Si los líderes mundiales no logran ponerse de acuerdo honestamente sobre una paz duradera en lugar de jugar con las acusaciones mutuas y resolver sangrientamente su disputa de poder en un enfrentamiento en el campo de batalla de Ucrania, responderán ante la gente de la Tierra, la sociedad civil mundial, las generaciones presentes y futuras.

Las dudosas afirmaciones sobre la legitimidad de la toma violenta del poder en Kiev, Crimea y Donbass en 2014 son inaceptables. En todas estas situaciones hubo injerencia tanto de Rusia como de los Estados Unidos/OTAN, con sus agresivas y peligrosas políticas de gran potencia.

Hoy, los principales actores geopolíticos continúan socavando la independencia, la democracia, los derechos humanos y la seguridad del pueblo de Ucrania, amenazando la paz internacional en violación de la Carta de la ONU.

Los representantes de las «superpotencias» intercambian imprudentemente amenazas de usar la fuerza militar y librar una guerra económica entre ellos si no se cumplen sus demandas o se traspasan las llamadas líneas rojas. Ambas «grandes potencias» quieren apoderarse de Ucrania y reclaman su «derecho» a concentrar sus armas, tropas y bases letales en cualquier lugar, tan cerca el uno del otro como lo deseen. Tales afirmaciones no solo son contradictorias, sino que cruzan con descaro la línea roja del sentido común: nadie tiene derecho a poner un arma o una ojiva nuclear en la sien de otra persona o comunidad.

La sociedad civil mundial condena la escalada del peligroso comportamiento de todos los participantes en la nueva Guerra Fría y pide negociaciones serias sobre paz y seguridad.

En Ucrania, pactemos una paz duradera

Debe detenerse el traqueteo de las armas dentro y alrededor de Ucrania, y deben retirarse las fuerzas rusas y de Estados Unidos/ OTAN. Se debe establecer una moratoria internacional sobre el suministro de armas a Ucrania, el Donbass, y Crimea, ocupadas por Rusia. El gobierno ucraniano debe detener la movilización total de la población para la guerra y abolir el servicio militar obligatorio, o, al menos, garantizar el derecho a la objeción de conciencia en pleno cumplimiento de las normas internacionales de derechos humanos vigentes (en el futuro, el servicio militar obligatorio debería estar prohibido por el derecho internacional). Se debe lograr una solución pacífica del conflicto actual sobre la base del estricto cumplimiento del alto el fuego previamente acordado en los formatos de Normandía y Minsk, en conversaciones de paz más inclusivas y exhaustivas entre todos los actores estatales y no estatales,

Europa debe rechazar la exigencia de la OTAN de aumentar el gasto militar, exigir que Estados Unidos retire sus armas nucleares de Alemania, Holanda, Italia, Bélgica y Turquía, insistir en la reanudación del Tratado sobre Misiles Antibalísticos para retirar los misiles estadounidenses de Rumanía y Polonia, y abandonar la política antagónica de Rusia y China impuesta por Estados Unidos, reconocer las aspiraciones de paz de los pueblos de la región y exigir que Estados Unidos dé los primeros pasos serios para desescalar la crisis. Esto requerirá el reconocimiento de la violencia internacional, no de la diplomacia, como una amenaza a la confianza. Idealmente, todos los Estados poseedores de armas nucleares deberían condenar la doctrina de la destrucción mutua garantizada («MAD») y defender el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

Todas las partes del conflicto deben recordar y no cruzar la línea roja del sentido común: (1) no militarización y carrera armamentista a expensas de la prosperidad, los derechos humanos y la armonía ambiental; (2) el nacionalismo y el imperialismo deben hacerse a un lado para el desarrollo de una democracia incluyente, diversa y justa; (3) todos los conflictos deben resolverse pacíficamente, cualquier aumento de la violencia estructural, especialmente la guerra, la preparación para la guerra y las amenazas militares, es inaceptable.

No hay, no ha habido, ni puede haber, una «guerra justa» o «lado correcto» en el mundo. Los militaristas y los radicales de derecha de todos los bandos están provocando una escalada de violencia en un intento desesperado por «divide y vencerás» y para preservar su obsoleta maquinaria de guerra en un momento en que ya no es necesaria debido a un compromiso compartido con el desarrollo sostenible, la cultura de paz, el gobierno global no violento, y la cohesión económica y social de todas las personas del planeta.

Necesitamos invertir más en justicia social y ambiental, en diplomacia, de lo que gastamos en la maquinaria de guerra. Nuestro objetivo estratégico debería ser destruir todas las armas, convertir a todos los soldados en civiles felices y reducir a cero el gasto militar. Para construir un sistema de seguridad global noviolento, debemos desmilitarizar la vida política, resolver conflictos sin violencia y continuar construyendo una cultura integral de paz.

La paz en la Tierra debe ir más allá de las ambiciones políticas.

Yuriy Shelyazhenko, Secretario Ejecutivo del Movimiento Pacifista Ucraniano

El artículo fue publicado en inglés en World BEYOND War (EE. UU.) y en ruso en Eco de Moscú (Rusia). Ambas publicaciones se reproducen en las páginas de «Truth SeekerПРАВДОШУКАЧ» en los idiomas correspondientes.

Movimiento Pacifista en Ucrania por una paz duradera

El Movimiento Pacifista Ucraniano se activó en 2019 para denunciar las atrocidades del servicio militar obligatorio

El Movimiento Pacifista Ucraniano es una organización no gubernamental, sin ánimo de lucro y no partidista, cuyo objetivo es promover el derecho a la paz, el desarme, la abolición del servicio militar obligatorio, la resolución noviolenta de los conflictos y el control civil democrático de los asuntos militares. Fundada en 2019 promueve por tanto la protección noviolenta contra la agresión y la coerción para luchar y aboga por el control público y la reducción del sector de la «seguridad y defensa» militares. La organización es autofinanciada por sus miembros y no está afiliada a ninguna fuerza política en Ucrania o en el extranjero, pero está abierta a la cooperación con todos los representantes de la sociedad civil amantes de la paz, independientemente de su afiliación partidaria. Es una organización afiliada a la Red Internacional de Resistentes a la Guerra.

Así, el 29 de agosto de 2019, activistas amantes de la paz realizaron por vez primera piquetes en la Verkhovna Rada de Ucrania (Consejo Supremo, nombre oficial del parlamento del país) y en la Oficina del Presidente de Ucrania, exigiendo el fin de la brutal caza de reclutas . La acción se realizó bajo la bandera internacional del pacifismo y con los símbolos del Movimiento Pacifista Ucraniano, que es un tridente con símbolo de paz y desarme. Los participantes llegaron con retratos de Yegor Potamanov, un joven residente de Kharkiv secuestrado en la calle, metido en un automóvil y esposado a la oficina de registro y alistamiento militar, donde se negó a prestar juramento y se declaró en huelga de hambre.

Según Dmytro Tyshchenko, el hermano de Yegor, que también participó en el piquete, cientos de reclutas fueron secuestrados de la misma manera en las calles de Kharkiv en el verano de 2019. Tres de ellos se cortaron las venas y uno se ahorcó en un intento desesperado por obtener una exención del servicio militar obligatorio debido a un trastorno mental. A los reclutas secuestrados no se les permitió reunirse con sus familiares, ya que el comando trató de ocultar las magulladuras y heridas causadas por el transporte forzoso a la oficina de alistamiento y registro militar. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no investigaron de manera efectiva el secuestro de jóvenes, su trato inhumano y el abuso de poder y de autoridad oficial durante la llamada caza de reclutamiento.

… Cientos de reclutas fueron secuestrados … en las calles de Kharkiv el verano de 2019. Tres de ellos se cortaron las venas y uno se ahorcó en un intento desesperado por obtener la exención del servicio militar obligatorio…

Ruslan Kotsaba, líder del Movimiento Pacifista Ucraniano, dijo que hoy la abolición del servicio militar obligatorio es un paso extremadamente importante para el desarrollo democrático del país y para apoyar el rumbo pacífico declarado por el nuevo gobierno.

Después del anuncio del piquete por la paz, la página de Facebook del Movimiento Pacifista Ucraniano fue brutalmente atacada por trolls. Sin embargo, el evento presencial se llevó a cabo sin incidentes y fue cubierto por los canales de televisión nacionales. Un oficial se acercó a la oficina del presidente en la calle Bankova de Kiev y le entregaron un llamamiento exigiendo la abolición del servicio militar obligatorio y el fin de la caza brutal de reclutas en las calles. Peticiones electrónicas similares ya han recogido miles de firmas porque la convocatoria es una peligrosa reliquia de la guerra mundial, dice Yuri Shelyazhenko, secretario ejecutivo del Movimiento Pacifista Ucraniano.

Oficina del presidente en Kiev
Oficina del presidente de Ucrania en la calle Bankova de Kiev, según Google maps, en mayo de 2021.

Imagen destacada de esta entrada: protesta inicial del Movimiento Pacifista Ucraniano ante el parlamento del país exigiendo el fin de la brutal caza de reclutas

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