Este texto que vas a leer, ¡Insumisión a todas las guerras!, es el resultado de un proceso urgente de redacción en el que hemos participado un grupo de antiguos insumisos presos, con aportaciones de otras personas afines.

Su objetivo es sencillo: poner en valor, en un contexto de peligrosa exaltación belicista, el discurso antimilitarista de quienes en su día conformamos el movimiento popular de la insumisión. Creemos que el discurso antimilitarista se beneficiará del respaldo y crédito público del movimiento que hemos compartido y que, en algunos casos, seguimos compartiendo.

En la práctica, hemos recogido ya un amplio número de firmas, en torno al millar, entre quienes participamos en la insumisión, o simpatizamos con ella, para hacer público el manifiesto con un respaldo público suficiente a partir de hoy mismo. Porque hoy se sube a lared un formulario de recogida de firmas en línea a disposición ya de todo el mundo con el contenido traducido a diferentes lenguas en la web insumisionalasguerras.org. Debido a la urgencia del caso la web contiene aún algunos fallos que seguiremos corrigiendo en las próximas horas.

Creemos que el discurso antimilitarista se beneficiará del respaldo y crédito público del movimiento que hemos compartido y que, en algunos casos, seguimos compartiendo.

Nuestra intención es iniciar lo que deseamos que sea un abierto y descentralizado proceso movilizador a mediados de abril, ya asegurado en algunas ciudades (mañana, por ejemplo, se realiza la primer rueda de prensa de una de las movilizaciones enmarcadas esta inicitaiva en Pamplona-Iruñea, pero ya han confirmado que impulsarán movilización ciudades como Zaragoza, Ciudad Real, Albacete, Barcelona… ) para el segundo fin de semana del próximo mes, contra la invasión rusa y el militarismo de la OTAN, y por la objeción de conciencia y la deserción en Ucrania y Rusia.

La invasión del ejército ruso cumplía ayer su primer mes con 3,6 millones de personas de Ucrania que han huido del país, y muchos millones más que han abandonado sus hogares. Naciones Unidas ha registrado 2.685 víctimas civiles en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero. Sus últimas cifras elevan a 1.035 el número de muertes, 90 de ellos menores de edad, y a 1.650 los heridos. ¡Estamos juntxs contra la barbarie!

Un saludo de la gente promotora de la iniciativa «Insumisión a todas las guerras»

Manifesto contra la invasión rusa y el militarismo de la OTAN, y a favor de la objeción de conciencia y de la deserción en Rusia y en Ucrania

Somos quienes durante las últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI participamos en la campaña antimilitarista contra el Servicio Militar Obligatorio y la Prestación Sustitutoria en el Reino de España. Fuimos decenas de miles de personas, apoyadas por millones, en una movilización popular histórica que conquistó el derecho a la objeción de conciencia y que acabó con la servidumbre vergonzosa de la «mili». Una comunidad desobediente y antipatriarcal que se enfrentó al reclutamiento forzoso, a miles de juicios, a la persecución y a la cárcel; y que se sostuvo gracias al apoyo mutuo y, en gran medida, a la lucha de las mujeres antimilitaristas. Ayer, como hoy, reivindicamos la insumisión a la guerra, y una humanidad liberada del autoritarismo y de los ejércitos. Luchamos entonces, y luchamos ahora, contra todas las injusticias que provocan las guerras y por la eliminación de sus causas.

Mientras los Estados adornan la barbarie de la guerra con su propaganda patriótica, insistimos en el derecho universal a renunciar a las armas y a que las personas decidan libremente su destino. Nadie debería verse obligado a elegir entre uno y otro lado del matadero.

Mientras los Estados adornan la barbarie de la guerra con su propaganda patriótica, insistimos en el derecho universal a renunciar a las armas y a que las personas decidan libremente su destino.

El Gobierno ucraniano ha establecido el reclutamiento forzoso para los hombres de entre 18 y 60 años, convirtiendo en clandestinos a miles de jóvenes y adultos que se niegan a combatir, y a los que las bandas paramilitares detienen en controles de carretera y a la salida de las ciudades. El Gobierno ruso engaña y coacciona a los soldados para que no abandonen las filas de su armada. La Unión Europea niega asilo político a los desertores de ambos bandos, envía armas a la zona y anuncia el incremento de su presupuesto militar. La guerra acelera la crisis energética y medioambiental global, y amenaza aún más la economía de las personas vulnerables y de los países empobrecidos.

Nos negamos a obedecer pasivamente sin ofrecer resistencia. Nos negamos a compadecer a las víctimas de las guerras sin protestar. Rechazamos la masculinidad forjada en la figura y el mito del guerrero, la colonización patriarcal de nuestras mentes y cuerpos. No queremos convertirnos en seres dañinos y peligrosos, capaces de cometer toda clase de humillaciones y maltratos. No queremos ser cómplices de la violencia sexual contra mujeres de todas las edades, ni del asesinato de personas pequeñas, enfermas o mayores indefensas. Las soluciones que generan más violencia perpetúan la dominación.

Nos negamos a obedecer pasivamente sin ofrecer resistencia

  • EXIGIMOS el cese de la invasión rusa, la retirada de las tropas de ocupación, y el respeto a la voluntad de quienes viven en las diferentes zonas de Ucrania para decidir su futuro en libertad, respetando los derechos de todas las minorías.
  • EXIGIMOS que la Unión Europea y el Reino de España en particular acepten las peticiones de asilo de quienes desertan de la guerra o huyen del reclutamiento obligatorio, de acuerdo al derecho universal a la objeción de conciencia. Matar en una guerra no es un «deber cívico».
  • EXIGIMOS que la Unión Europea acoja sin restricciones a todas las personas que vengan huyendo de cualquier guerra que haya en el mundo. Rechazamos el racismo y la crueldad de las fronteras.
  • EXIGIMOS que cese el envío de armas y tropas de países de la OTAN a la zona, el desmantelamiento de los paraísos fiscales donde blanquean sus beneficios las industrias de armamento y las oligarquías europeas, y la desmilitarización del conflicto. Los crímenes de guerra anteriores de cualquiera de las partes no justifican ninguna intervención sangrienta más: echar más leña al fuego no es la solución.
  • ANIMAMOS a las poblaciones civiles de los territorios en guerra a resistirse al odio social, y a apoyar a los soldados y desertores que se nieguen a participar en la matanza.
  • APOYAMOS a quienes en Ucrania y Rusia se autoorganizan con fines pacíficos, emplean medios de lucha incruentos, practican la desobediencia civil y la defensa noviolenta, y padecen la represión política por oponerse a la guerra; en especial, a los movimientos antimilitaristas y feministas de aquellas tierras.
  • LLAMAMOS a organizar una red europea de apoyo a pacifistas y desertores que desobedezcan a la guerra en Ucrania y que sufran persecución política.
  • DESOBEDECEREMOS las leyes españolas y europeas las veces que haga falta, para acoger en nuestras casas a pacifistas y desertores de Rusia y Ucrania.

Acabar con todas las guerras es acabar con la dictadura del sistema económico capitalista que las provoca y se beneficia de ellas. Se equivocan quienes creen que alargar esta guerra de Ucrania, cuyos antecedentes más cercanos se remontan a 2014, traerá algún tipo de beneficio para nadie: solo servirá para producir más sufrimiento y para alimentar el fascismo en todos los rincones del planeta.

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