Desde la Organización de la IX Marcha por la Dignidad que tendrá lugar el sábado 05 de febrero de 2022 en Ceuta, nos quieren agradecer, a tí, a toda la gente, el apoyo que les damos con nuestra adhesión y la difusión de materiales por redes sociales.
Hoy ampliamos información con este DOSSIER sobre la IX MARCHA POR LA DIGNIDAD. Vías legales, vidas seguras: migrar es un derecho.
(Si desde móvil o tablet no puedes visualizar el dossier en el visualizador de más abajo -es lo más probable a no ser que nos visites vía ordenador- puedes descargarlo clicando en el enlace de «Descarga» que verás desplazándote más abajo)
ℹ️ En él encontraréis una breve contextualización de lo ocurrido el 06 de febrero de 2014 al igual que información sobre las Marchas por la dignidad que se vienen haciendo desde aquel fatídico día. También compartimos información sobre cómo será la organización, el itinerario y las medidas sanitarias para las personas asistentes a la Marcha.
Por último, recordaros que en el caso de venir/estar presencialmente en Ceuta es IMPRESCINDIBLE la inscripción ( https://forms.gle/kuTVpxLtjk6JAQc9A ) y si conocéis más colectivos que quieran apoyar la Marcha, pueden hacerlo hasta el mismo día 05 de febrero con su adhesión (https://forms.gle/QsMydZbtQiDS8NNi7)
8 años pidiendo JUSTICIA,
9 marchas haciendo MEMORIA.
#TarajalNoOlvidamos
Vías legales, vidas seguras: migrar es un derecho
¿Qué pasó el 6 de febrero de 2014?
La muerte de, al menos, 14 personas al tratar de entrar a Ceuta marcó un antes y un después en la política migratoria.
A las 7:40 horas les arrebataron la vida y se ahogaron sus sueños entre pelotas de goma y gases lacrimógenos.
Un amanecer frío, oscuro y triste, tras horas caminando a la intemperie, decenas de personas se lanzaron al mar para alcanzar la orilla que anhelaban.
Esta evitable tragedia ocurrió el 6 de febrero de 2014 en la pedregosa arena de la playa ceutí del Tarajal donde, al menos,14 jóvenes subsaharianos perdieron la vida ante la mirada de la Guardia Civil.
Se trata del episodio que marcó un punto de inflexión en la historia migratoria del país, que definió la política del Gobierno en la materia y que, a día de hoy, sigue IMPUNE.