Si nada más empezada la agresión mlitar rusa sobre Ucrania una persona ávida de conocimiento se asomaba al buscador más popular de internet y tecleaba la frase en ruso нет войне в украине («No a la guerra en Ucrania»), uno de los primeros resultados que le devolvía el buscador era un enlace al editorial del diario digital ruso «Meduza». Era la primera de las distintas voces de Rusia y Ucrania que rechazan la guerra que el algoritmo detectaba y que, a poco que nuestra amiga insistiera en su objetivo de ampliar su conocimiento de la realidad sobre el conflicto, iba encontrar esa mañana. Hoy traemos unos pocos ejemplos de ellas de aquí.

Primero de todo, eso sí, ella se encontraría antes, cada vez, con la preceptiva admonición que cualquier publicación de organizaciones o medios de comunicación que el régimen de Putin haya señalado con su implacable, represivo y, cómo no, burocrático dedo, está obligada a reproducir rutinariamente, siempre y en cualquiera de sus publicaciones en internet:

Pantallazo de la traducción al castellano del texto que están obligadas a incluir las webs críticas en Rusia en cada una de sus entradas


Luego, el texto que encontrábamos ( y, a través de él, el del «Sindindicate 100» que también reproducimos más abajo) decía así:

No a la guerra. Declaración editorial de Meduza

Esta noche, Putin anunció el inicio de una «operación especial» en el Donbass. A las autoridades rusas les gusta inventar tales eufemismos para ayudar a ocultar lo obvio: sus políticos de oposición son «extremistas», sus propios palacios son «apart-hoteles», los medios independientes son «agentes extranjeros». Llamaremos a las cosas por su nombre: Rusia lanzó una guerra a gran escala contra Ucrania.

Estamos seguros de que todo lector de Meduza es consciente de que la guerra es siempre asesinato: tanto de los que fueron enviados a cumplir una misión de combate como de civiles. El Ministerio de Defensa ruso está tratando de convencer a la población rusa y ucraniana de que solo la “infraestructura militar” está amenazada. Están mintiendo. No existe tal arma, cuyo uso no conduciría a la muerte de personas. Ya estamos leyendo los primeros informes de muertos. Habrá más y más de ellos. 

Según la expresión popular, la guerra es la continuación de la política por otros medios. El teórico militar prusiano Carl von Clausewitz ideó esta fórmula a principios del siglo XIX. Pero en el mundo moderno, que ha atravesado dos guerras mundiales y ha tenido una experiencia terrible con el uso de armas nucleares, la guerra no es una continuación de la política, sino la evidencia de su completo fracaso. En nuestro caso, es una prueba de que el liderazgo ruso, que decidió una invasión militar de Ucrania, no pudo hacer frente a las tareas que se impuso. Cualquiera que sea la tarea. 

Putin se refirió al uso de tanques y aviones de combate por la autodefensa.  A ella se refirió al anunciar la «operación especial». El problema es que no tenemos ni una sola prueba convincente de que alguien vaya a atacar a Rusia. Y la responsabilidad de la catástrofe humanitaria en Donbass recae en gran medida en las propias autoridades rusas. 

Entendemos que estamos en una situación en la que es poco lo que podemos influir. Pero decir claramente y en voz alta que esta no es nuestra guerra y que no la apoyamos, es nuestra obligación.

La trágica experiencia del siglo XX debería haberle demostrado de manera convincente a Putin que la interferencia de Moscú en la vida de sus vecinos en última instancia no los acerca, sino que los aleja de Rusia. Así fue con la adhesión de los Estados Bálticos en 1940, así fue después de la invasión de Hungría en 1956 y, por supuesto, durante la Primavera de Praga de 1968 . Pero aparentemente al presidente solo le gusta dar conferencias sobre historia, no aprender sus lecciones. 

Entendemos que estamos en una situación en la que es poco lo que podemos influir. Pero decir claramente y en voz alta que esta no es nuestra guerra y que no la apoyamos, estamos obligados. La invasión de Ucrania comenzó en nombre de los ciudadanos rusos, pero en contra de nuestra voluntad. Para nosotros, esto es una vergüenza que estará con nosotros para siempre. 

Los combates deben detenerse de inmediato, el ejército ruso debe regresar al territorio ruso. Vamos a parar. Nunca es demasiado tarde para detener una guerra.

Declaración de la comunidad de medios rusos independientes «Syndicate-100»

Periodistas rusos se oponen a la guerra declarada a Ucrania por el presidente ruso Vladimir Putin. Esto se afirma en la declaración de la comunidad de medios rusos independientes «Syndicate-100» :

Hoy, el presidente ruso, Vladimir Putin, inició una guerra con Ucrania. Dolor, ira y vergüenza son tres palabras que reflejan nuestra actitud ante lo que está pasando. Esta aventura traerá dolor a las familias de miles de personas en Ucrania y Rusia. Esta aventura está plagada de una gran guerra, en la que también se verán envueltos otros estados. Desde la crisis del Caribe, el mundo nunca ha estado tan cerca de una catástrofe global.

Deseamos firmeza y fuerza al pueblo de Ucrania que resiste la agresión y a todas las personas rusas que ahora intentan resistir la locura militarista.

Nosotros y nosotras, periodistas de medios rusos independientes, declaramos que estamos en contra de la masacre iniciada por el liderazgo ruso. Prometemos que informaremos con honestidad sobre lo que está sucediendo mientras tengamos esta oportunidad. Deseamos firmeza y fuerza al pueblo de Ucrania que resiste la agresión y a todas las personas rusas que ahora intentan resistir la locura militarista.

También apelamos a aquellos que intentan explicar racionalmente los motivos para iniciar la guerra, justificando su inicio por la necesidad de protegerse de la OTAN y el «nazismo ucraniano». La guerra ya no es solo una discusión en la televisión y en las cocinas. Ella se ha hecho presente. Tanques en Jarkov. Y en una guerra real, la gente siempre muere. Esperamos que el funeral no llegue a tu casa. Pero no puede haber certeza en esto. No a la guerra.

Textos del Movimiento Pacifista Ucraniano

De la breve declaración declaración de principios publicada por el Movimiento Pacifista Ucraniano la misma madrugada en que se iniciaron las operaciones de guerra rusas, y también de otros de sus textos publicados previa y posteriormente, extraemos estos párrafos:

☮️ La guerra es un crimen contra la humanidad. Por lo tanto, desaconsejamos firmemente el apoyo a cualquier tipo de guerra y estamos decididos y decididas a esforzarnos por eliminar todas las causas de la misma.

☮️ El Movimiento Pacifista Ucraniano condena todas las acciones militares de los bandos de Rusia y Ucrania en el contexto del conflicto actual. Hacemos un llamamiento a los dirigentes de los Estados y de las fuerzas militares para que den un paso atrás y se sienten a la mesa de negociación. La paz en Ucrania y en todo el mundo sólo puede lograrse de forma no violenta.

¡PUTIN Y ZELENSKY, REANUDEN LAS NEGOCIACIONES!

Las negociaciones de paz deben llevarse a cabo y ser abordadas con honestidad, basadas en el interés mutuo, no empujando y apostando por posiciones dudosas con condiciones previas. Deben ser negociaciones significativas en todos los temas pendientes de resolución.

En todas estas situaciones hubo injerencia tanto de Rusia como de los Estados Unidos/OTAN, con sus agresivas y peligrosas políticas de gran potencia.

Ojalá Putin y Zelensky fueran serios sobre las negociaciones y no solo actuaran para contentar a Emmanuel Macron o Xi Jinping

Las dudosas afirmaciones sobre la legitimidad de la toma violenta del poder en Kiev, Crimea y Donbass en 2014 son inaceptables. En todas estas situaciones hubo injerencia tanto de Rusia como de los Estados Unidos/OTAN, con sus agresivas y peligrosas políticas de gran potencia.

Hoy, los principales actores geopolíticos continúan socavando la independencia, la democracia, los derechos humanos y la seguridad del pueblo de Ucrania, amenazando la paz internacional en violación de la Carta de la ONU. Los representantes de las «superpotencias» intercambian imprudentemente amenazas de usar la fuerza militar y librar una guerra económica entre ellos si no se cumplen sus demandas o se traspasan las llamadas líneas rojas. Ambas «grandes potencias» quieren apoderarse de Ucrania y reclaman su «derecho» a concentrar sus armas, tropas y bases letales en cualquier lugar, tan cerca el uno del otro como lo deseen. Tales afirmaciones no solo son contradictorias, sino que cruzan con descaro la línea roja del sentido común: nadie tiene derecho a poner un arma o una ojiva nuclear en la sien de otra persona o comunidad.

Exigimos garantizar el derecho humano a la objeción de conciencia al servicio militar (incluida la negativa a recibir formación para el servicio militar), de conformidad con el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y los párrafos 2, 11 de la Observación General n.º 22 de la Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Una impactante canción para terminar

Dentro del marco del conflicto con Rusia por la anexiones de partes de su territorio, el país del este que ahora sufre la guerra gana el certamen europeo con Jamala y ‘1944’, una canción interpretada en tártaro e inglés en la que recordaba las deportaciones masivas que los tártaros sufrieron durante el estalinismo. Su letra, leída ahora, es aún más sobrecogedora.

1944

Cuando llegan los extraños…
vienen a tu casa, 
os matan a todos
y dicen:
No somos culpables, 
no culpables.

¿Dónde tenéis la cabeza?
La humanidad llora,
creéis que sois dioses, 
pero todo el mundo muere.
No os traguéis mi alma, 
nuestras almas.

No pude pasar mi juventud allí,
porque me arrebatásteis mi paz.

No pude pasar mi juventud allí,
porque me arrebatásteis mi paz.

Podríamos construir un futuro, 
donde la gente sea libre, 
para vivir y amar.
El tiempo más feliz.
Nuestro tiempo.

¿Dónde tenéis el corazón?
La humanidad se alza,
creéis que sois dioses, 
pero todo el mundo muere.
No os traguéis mi alma, 
nuestras almas. 

No pude pasar mi juventud allí,
porque me arrebatásteis mi paz.

No pude pasar mi juventud allí,
porque me arrebatásteis mi paz.

(bis)

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