CAPÍTULO CINCO: LA PRIMERA INTIFADA PALESTINA, 1987-1992

La primera intifada, que comenzó en diciembre de 1987, fue un levantamiento popular palestino contra la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este.[1] La intifada (literalmente, «sacudida») comenzó como una erupción espontánea en un campo de población refugiada de Gaza y se extendió rápidamente por todos los territorios ocupados. Su diversidad, su participación masiva, alcance, intensidad y su carácter relativamente noviolento hicieron de la Primera Intifada un acontecimiento excepcional que alteró la sociedad palestina y transformó su relación con Israel. Aunque los primeros dieciocho meses de la Intifada fueron muy exitosos, el levantamiento popular acabó sucumbiendo a las divisiones entre facciones y a la violencia, y no consiguió todos sus objetivos.

Su diversidad, su participación masiva, alcance, intensidad y su carácter relativamente noviolento hicieron de la Primera Intifada un acontecimiento excepcional que alteró la sociedad palestina y transformó su relación con Israel

Algunas personas pueden ser escépticas en cuanto a que la Primera Intifada -al menos durante su fase inicial y fase más fuerte- fuera principalmente noviolenta. Dados los sangrientos conflictos anteriores y posteriores, los críticos pueden argumentar que esta campaña también fue violenta. Muchas personas recuerdan el emblemático lanzamiento de piedras por parte de los jóvenes palestinos durante la Primera Intifada, así como los violentos enfrentamientos entre tropas israelíes y manifestantes palestinos.

Pero esta imagen de la Intifada oculta el hecho de que más del 97% de las actividades de la campaña comunicadas por las Fuerzas de Defensa israelíes fueron noviolentas, incluyendo manifestaciones masivas, huelgas, boicots y otros actos de desafío y desobediencia civil (King 2007; Pearlman 2009, 14). Así, mientras que los palestinos cometieron actos aislados de violencia contra israelíes (y contra otras personas palestinas) durante la intifada, sobre todo después de 1990, la idea de que la mayor parte de la resistencia durante la Primera Intifada consistió en lanzar piedras es incorrecta, aunque esta actividad fue la que más atención recibió por parte de los medios de comunicación israelíes e internacionales. Además, los dirigentes palestinos no lograron explicar porqué esas tácticas violentas y airadas fueron contraproducentes. Pero había algo fundamentalmente diferente en la Primera Intifada, ciertamente comparada con las formas de resistencia de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que la precedieron, que, en última instancia, la convirtió en una forma de resistencia más potente y eficaz con la que Israel encontró dificultad en reprimir y que permitió a lxs palestinxs, al menos temporalmente, ganar la superioridad moral y estratégica.

…en última instancia, la convirtió en una forma de resistencia más potente y eficaz con la que Israel encontró dificultad en reprimir y que permitió a lxs palestinxs, al menos temporalmente, ganar la superioridad moral y estratégica.

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INCIDENTES DE PROTESTA SIN ARMAS

INCIDENTES CON DISPAROS

PORCENTAJE DE TODOS LOS INCIDENTES CON ARMAS DE FUEGO

1988

23053

38

0,16%

1989

42608

102

0,24%

1990

65944

158

0,24%

1991

30948

262

0,84%

1992

24882

344

1,36%

.FUENTE: PEARLMAN (2009:14), CITANDO A LA UNIDAD DEL PORTAVOZ DE LAS FUERZAS DE DEFENSA ISRAELÍES, INCIDENTES EN JUDEA, SAMARIA Y EL DISTRITO DE GAZA DESDE EL PRINCIPIO DEL LEVANTAMIENTO (JERUSALÉN, DICIEMBRE 1992):6-7

TABLA 5.1 DISTURBIOS PALESTINOS EN CISJORDANIA Y LA FRANJA DE GAZA, 1988-1992

…la participación popular y masiva que caracterizó el primer año y medio de la intifada (incluida la participación israelí) fue el resultado de la abrumadora confianza de la población palestina en tácticas no violentas…

Aunque muchos culpan a la respuesta de mano dura de Israel frente a la revuelta popular, incluída la marginación de los líderes palestinos moderados, por la caída final hacia un caos de violencia, hubo profundas debilidades en la propia intifada, incluyendo la incapacidad de los líderes para convencer a los jóvenes de que dejaran de tirar piedras, las divisiones entre facciones laicas e islamistas, la violencia intestina y la apatía de la OLP . Estas debilidades deben destacarse porque son instructivas en cuanto al porqué la intifada acabó fracasando. Pero la participación popular y masiva que caracterizó el primer año y medio de la intifada (incluida la participación israelí) fue el resultado de la abrumadora confianza de la población palestina en tácticas no violentas, y esta forma diferente de resistencia fue, al menos durante dieciocho meses, eficaz para forzar concesiones por parte de Israel y Estados Unidos.

LOS ORÍGENES DE LA RESISTENCIA A LA OCUPACIÓN ISRAELÍ (1967-1987)

Durante la Guerra de los Seis Días de 1967, las fuerzas israelíes capturaron Cisjordania y la Franja de Gaza, territorios que habían estado bajo el control de Jordania y Egipto, respectivamente, desde 1948. La ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este fue total. Más de mil cuatrocientas órdenes militares fueron impuestas en los territorios ocupados que controlaban casi todos los aspectos de la vida de la población palestina.[2] Según la legislación israelí de la época, las «actividades terroristas» incluían todo, desde pintar eslóganes y grafitis y cantar canciones nacionales hasta hacer el signo de la victoria, exhibir la bandera palestina, lanzar piedras, quemar neumáticos, manifestarse y realizar reuniones políticas. Las autoridades arrestaron o detuvieron a cerca de medio millón de personas palestinas por estos motivos antes y durante la Primera Intifada (Benvenisti 1987). Los territorios ocupados pasaron a depender, económicamente, por completo de Israel. A los productos palestinos se les negó la entrada en Israel, y casi el 90% de todos los productos importados en los territorios procedían de Israel.

Según la legislación israelí de la época, las «actividades terroristas» incluían todo, desde pintar eslóganes y grafitis y cantar canciones nacionales hasta hacer el signo de la victoria, exhibir la bandera palestina, lanzar piedras, quemar neumáticos, manifestarse y realizar reuniones políticas.

En 1977, el conservador Partido Likud de Israel, dirigido por Yitzhak Shamir, un partidario ideológico de la idea de un Israel más grande, llegó al poder y lanzó una importante expansión de los asentamientos. A Gush Emunim, una organización judía ultraortodoxa de colonos judíos israelíes, se le permitió iniciar una «larga marcha» de colonización que atravesó la mayor parte de Cisjordania. Estas políticas convencieron a la mayoría de la gente palestina de que la ocupación no era algo temporal y que su propia existencia como nación con su propia tierra estaba amenazada (Saleh 2002).

La población palestina de los territorios ocupados lanzó una serie de tempranas campañas de acción directa noviolenta.

La población palestina de los territorios ocupados lanzó una serie de tempranas campañas de acción directa noviolenta. Cuando las autoridades israelíes intentaron imponer un plan de estudios israelí en las escuelas de Cisjordania, los padres y madres y el profesorado palestino se declararon en huelga. Tres meses después, tras un acuerdo negociado con las autoridades israelíes, se reabrieron las escuelas y se reintrodujo el antiguo plan de estudios (Grant 1990). Mientras tanto, durante este tiempo las gentes palestinas organizaron asociaciones estudiantiles y profesionales, asociaciones sociales y culturales, y otras estructuras de base. Estas instituciones consolidaron el nacionalismo palestino y el apoyo a la dirección palestina exterior, la OLP, como único representante de las aspiraciones nacionales palestinas (Rigby 1991, 6).

Lucha armada de la OLP

El liderazgo palestino en el exilio, por otro lado, estaba comprometido con la lucha armada contra la potencia ocupante. La OLP era una organización nacionalista y paramilitar paraguas creada en 1964 y compuesta por cuatro facciones políticas principales: Fatah, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Partido Comunista Palestino (PCP). Un grupo central de miembros palestinos de Fatah, incluidos Yasser Arafat y Khalil al-Wazir (Abu Jihad), dominaba la OLP. Aunque las cuatro facciones se fusionaron en una única OLP, existían grandes divisiones ideológicas entre las diferentes facciones de la OLP, así como diferencias de perspectiva sobre los objetivos finales y estrategias del movimiento de liberación (Dajani 1994, 32-37).

Antes de la intifada, el gobierno liderado por la OLP en el exilio buscó en otras luchas anticoloniales, en particular en Argelia, modelos para la lucha de liberación palestina.

Antes de la intifada, el gobierno liderado por la OLP en el exilio buscó en otras luchas anticoloniales, en particular en Argelia, modelos para la lucha de liberación palestina. En los primeros años, “la lucha armada iba a convertirse en el principio general que guíaba el movimiento” (Dajani 1994, 32). El artículo 9 de la Carta Nacional Palestina (Al-Mithaq al-Watani al-Filastini), redactada en 1968 por el Consejo Nacional Palestino, dice que la liberación palestina sería conseguida únicamente a través de la lucha armada.[3] Refiriéndose a Arafat y Abu Jihad, Schiff y Ya’ari escriben:

Desde 1967 habían operado bajo el supuesto de que era poco probable que la población habitante de los territorios, reacia a ponerse en peligro en cualquier grave confrontación con las autoridades israelíes, fuera la punta de lanza en la lucha nacional palestina. Les costó tiempo asimilar la enormidad de su error. (1989, pág. 49)

«Desde 1967 habían operado bajo el supuesto de que era poco probable que la población habitante de los territorios, reacia a ponerse en peligro en cualquier grave confrontación con las autoridades israelíes, fuera la punta de lanza en la lucha nacional palestina. Les costó tiempo asimilar la enormidad de su error.»

Durante la década de los 70 y principios de los 80, la OLP trató de luchar contra la ocupación israelí de Palestina, utilizando principalmente incursiones guerrilleras y ataques terroristas en mútiples niveles desde bases en el Líbano, Jordania y Siria, así como dentro de Cisjordania y la Franja de Gaza. Aunque la OLP logró algunas victorias sustanciales, como el reconocimiento por parte de las Naciones Unidas y la afiliación en la Liga Árabe en 1974, su violencia contra los israelíes -y su participación en las luchas armadas en países vecinos- sólo amplió el conflicto y provocó más represalias israelíes.

Después de ser expulsada de Jordania tras los acontecimientos del Septiembre Negro de 1970, la OLP estableció su cuartel general en el Líbano, donde se involucró en la guerra civil del país. La OLP fue considerada una organización terrorista por Israel y los Estados Unidos hasta la Conferencia de Madrid en 1991. El cambio en el reconocimiento diplomático se produjo sólo después de que una forma diferente de lucha popular liderada por lxs palestinxs que vivían dentro de los territorios ocupados obligara a la OLP a moderar su posición o arriesgarse a ser irrelevante.

La Primera Intifada

La OLP sufrió aplastantes derrotas militares en el Líbano, donde había luchado primero contra las milicias cristianas maronitas libanesas, luego contra Israel (cuya ofensiva de seis meses en 1982 obligó a miles de combatientes de la OLP a huir). En 1982, la dirección de la OLP se vio obligada a trasladarse a Túnez. Los miembros fieles a la OLP que quedaron en los campos de población refugiada dentro del Líbano continuarían luchando contra la milicia Amal respaldada por Siria en la llamada Guerra de los Campos, que duró hasta 1988.

Lxs palestinxs que vivían en los territorios ocupados se dieron cuenta de que ni los ejércitos árabes ni la OLP los liberarían de la ocupación israelí. En la Cumbre Árabe celebrada en Noviembre de 1987 en Amman, Jordania, los líderes árabes, ignoraron a la OLP y eliminaron a la cuestión palestina de su lista de prioridades. Mientras tanto, antes de terminar 1988, había más de 140 asentamientos judíos que agrupaban a más de ciento cuarenta mil personas dentro de los territorios ocupados.

...la revuelta estaba fuera de su control y en manos de las masas

La chispa que desencadenó el levantamiento ocurrió el 7 de diciembre de 1987, cerca del campo de refugiados de Jabalia en la Franja de Gaza. Cuatro palestinos fueron asesinados y otros ocho gravemente heridos tras el impacto de un vehículo militar israelí con un automóvil que transportaba a jornaleros palestinos en Israel. El incidente provocó manifestaciones masivas que comenzaron en los campos de población refugiada de Gaza y Cisjordania. Como parte del levantamiento espontáneo, la poblavión palestina izó banderas, quemó neumáticos y se enfrentó a los soldados en masa. El levantamiento se extendió rápidamente a otras partes de Cisjordania y Gaza. La rapidez con que la movilización tuvo lugar hizo prácticamente imposible que el ejército israelí supiera quién estaba incitando a las protestas masivas y cuándo y dónde tendrían lugar. Una semana después de que estallara la intifada, altos oficiales del ejército israelí celebraron reuniones con alcaldes palestinos designados por Israel y otros líderes, quienes insistieron en que la revuelta estaba fuera de su control y en manos de las masas (Rigby 1991).

Israel y la OLP desconcertados

El levantamiento desconcertó totalmente al gobierno y al ejército israelí. Como escriben los historiadores militares israelíes Schiff y Ya’ari:

Con su rebelión, las gentes palestinas abrieron un tercer frente... un nuevo tipo de guerra para la cual Israel no tenía una respuesta efectiva. Dado que las herramientas convencionales del poderío militar no están diseñadas para manejar desafíos de este tipo, las FDI no estaban para nada preparadas para el levantamiento en términos de su despliegue, su doctrina de combate, e incluso su reserva del equipamiento más básico. El resultado fue que de la noche a la mañana Israel mostró todas sus debilidades, algo que fue quizás la implicación real de su desconcierto. (1989, pág. 31)

El resultado fue que de la noche a la mañana Israel mostró todas sus debilidades, algo que fue quizás la implicación real de su desconcierto.

La OLP también fue sorprendida por la fuerza e intensidad del levantamiento popular. Después de que los líderes de la OLP en Túnez comprendieron el significado de la intifada, rápidamente establecieron el control sobre el levantamiento popular. Antes de enero de 1988, Abu Jihad, lugarteniente de Arafat y coordinador de las actividades de Fatah en los territorios, reconoció que el campo de batalla había cambiado. Él pasó las semanas posteriores al estallido de actividad de protesta llamando a los seguidores de Fatah en los territorios a unirse al levantamiento y ampliar su extensión y alcance. Entonces, comandos israelíes asesinaron a Abu Jihad, con mucho el líder palestino más popular y el puente entre el exterior y el interior, pocos meses después de empezar la intifada.

Antes de enero de 1988, Abu Jihad, lugarteniente de Arafat y coordinador de las actividades de Fatah en los territorios, reconoció que el campo de batalla había cambiado.

La intifada se transformó rápidamente en una resistencia organizada de masas, favorecida por la organización política que había tenido lugar durante las dos décadas anteriores (King 2007). Un nuevo liderazgo palestino diferente -con educación universitaria, nacionalista y de mentalidad más democrática que la generación anterior- modificó el centro de poder:

Con el surgimiento de esta nueva élite, la autoridad se había extendido hacia abajo en la sociedad y se hizo mucho más difusa dentro de ella que antes. Esto era de una importancia crítica. Los primeros intentos de confrontar la ocupación habían fracasado en gran medida porque la autoridad en la sociedad palestina estaba concentrada en un pequeño estrato en la parte superior de la sociedad. Israel podía cortar la simbólica cabeza de la bestia, y la rebelión naciente colapsaba. En la Intifada, cuando un grupo de líderes era arrestado, otro brotaba de inmediato. (Robinson 1997, x–xi).

La intifada se transformó rápidamente en una resistencia organizada de masas…/…En la Intifada, cuando un grupo de líderes era arrestado, otro brotaría de inmediato.

Poco después del lanzamiento de la intifada, surgió toda una red de comités populares (lijan shabiya) formados sobre una base ad hoc “para establecer una infraestructura organizativa alternativa capaz de satisfacer las necesidades del pueblo y proporcionar algunos de los servicios previamente administrados por Israel y sus designados” (Rigby 1991,21). Los comités populares, que se crearon a nivel vecinal, regional y nacional, incluían comités de educación, comités de asistencia médica, comités de reforma social (incluidos los servicios comunitarios de resolución de conflictos), comités agrícolas, comités de comerciantes y comités de guardia, que proporcionaban alertas previas a ataques de soldados y colonos, y disminuyó el vacío de orden público acaecido a consecuencia de la dimisión de la policía (21).

Antes de la primavera de 1988, había comités populares en todas las ciudades, aldeas y campamentos palestinos. Se formaron de acuerdo a la línea de las facciones, con cada comité vagamente vinculado a una de las cuatro facciones principales de la OLP. Presos políticos palestinos liberados, que se habían convertido en efectivos organizadores dentro de las prisiones israelíes, tuvieron gran influencia sobre la mayoría de ellos. El gobierno israelí, en respuesta, prohibió los comités populares e impuso la pena de diez años de prisión por participar en ellos. Las estructuras ilegales paralelas sin embargo continuaron prosperando frente a la represión.


Fin de la primera entrega (esta división del capítulo la realizamos en enpiedepaz.org para facilitar la lectura, no forma parte de la división académica del trabajo de Chenoweth y Stephan) del capítulo 5 de «Porqué funciona la resistencia civil«, estudio de caso: «LA PRIMERA INTIFADA PALESTINA».
El índice completo de todo el capítulo, y los enlaces a las distintas partes, que seguiremos publicando traducidas en próximas semanas, se puede consultar aquí.


Imagen destacada de la entrada: Mujeres palestinas se enfrentan a soldados israelíes durante la Primera Intifada en diciembre de 1987 [Imagen obtenida en las redes sociales, proporcionada por Middle East Monitor (MEMO)]


  1. Fuentes adicionales consultadas para este capítulo incluyen ÇCordesman y Moravitz (2005); Farsoun y Zacharia (1997); Fernea y Hocking (1992); Gelvin (2005); Gordon, Gordon, y Shrieth (2003); Hudson (1990); Lukacs (1992); Pearlman (2008); Rothstein, Maoz, y Shikaki (2002); y Tessler (1995).

  2. Para una discusión acerca de la política dual de dependencia e integración de las autoridades de ocupación israelíes con respecto a Cisjordania y Gaza, ver Ayyash (1981) y Ryan (1974).

  3. Una traducción al inglés puede encontrarse en Leila S. Kadi, Basic Political Documents of the Armed Palestinian Resistance Movement (Documentos Políticos Básicos del Movimiento Armado de Resistencia Palestina), Centro de Investigaciones Palestinas (1969).

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